Exposición en el Torreón de Lozoya

De Mi Real Aprecio. La Real y Distinguida Orden Española de Carlos III

 

Poster_A3_Virtuti_Et_Merito_8Información de interés
Título de la exposición: De Mi Real Aprecio. La Real y Distinguida Orden Española de Carlos III”.
Lugar: Torreón de Lozoya. Salas del Palacio (Pl. de San Martín, nº 5. Segovia).
Fechas:
Del 8 de marzo al 2 de junio de 2019.
Horario:
Martes a viernes, de 18:00 a 21:00 horas.
Sábados y festivos: de 12:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00 horas.
Lunes cerrado.

Organiza: Museo Casa de la Moneda y Real Casa de la Moneda, Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
Colabora: Fundación Caja Segovia y Maestranza de Caballería de Castilla.
Comisariado: Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, Rafael Feria y Pérez.
Coordinación: Penélope García Rodrguez, José María Pérez García, Rafael Ruiz Alonso.
Diseño y montaje: Feltrero.

Contenido: La muestra reúne ciento veinticinco piezas de muy variado signo (pinturas, esculturas, medallas, documentos, dibujos, uniformes y piezas de indumentaria, monedas, condecoraciones, estampas, etc.), a través de las cuales se propone un recorrido histórico sobre la historia y evolución de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, desde su creación hasta nuestros días, dedicando un capítulo a las especiales implicaciones de esta Orden en Segovia.

Obras procedentes del Museo Casa de la Moneda, Alcázar de Segovia, Maestranza de Caballería de Castilla, Academia de Artillería de Segovia, Colección Ceballos-Escalera, Museo de Segovia, Ayuntamiento de Segovia, Archivo Militar de Segovia, Diputación Provincial de Segovia, Colección Fuentecilla, Catedral de Segovia, Colección Sequillo y diversas colecciones privadas.

Tríptico

Invitación

El próximo viernes, 8 de marzo de 2019, a las 20:00 horas, en la Sala de Tapices del Torreón de Lozoya, tendrá lugar el acto de inauguración de la exposición De mi Real aprecio. La Real y Distinguida Orden Española de Carlos III”, muestra organizada por el Museo Casa de la Moneda de Madrid, dependiente de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, en colaboración con la Fundación Caja Segovia y la Real Maestranza de Caballería de Castilla.

Con el comisariado de D. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, y de D. Rafael Feria y Pérez, la muestra pretende la difusión y conocimiento público de la historia e importancia de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, al tiempo que rinde un homenaje a la memorable figura y obra de su soberano fundador, S.M. el Rey Don Carlos III, cuyo Tricentenario se conmemoró en 2016.

RealAprecio-Carlos IIIEl 19 de septiembre de 1771, S. M. el Rey Don Carlos III rubricaba con su firma la institución de esta Real y Distinguida Orden Española, que, teniendo como lema “Virtuti et Merito” y queriendo dar muestra de Su Real aprecio, nacía con la finalidad de distinguir a aquellas nobles personas que destacaran por sus acciones en beneficio de España y de la Real persona. Su legado y vigencia continúan hoy bajo el Gran Maestrazgo de S. M. el Rey Don Felipe VI, ocupando el primer puesto entre las más altas distinciones del Reino de España. La Orden Española es concedida a presidentes del Gobierno, de las Cortes, ministros y a otros destacados altos cargos de instituciones públicas, así como a relevantes ciudadanos, aunque también es impuesta a altos dignatarios y jefes de Estado y de Gobierno de las naciones amigas. Con la Real y Distinguida Orden se reconocen los esfuerzos personales que contribuyen, de modo relevante, a la mejora de nuestra sociedad e instituciones básicas, y a estrechar al más alto nivel las relaciones de amistad del Reino de España con sus socios y aliados.

EL REY Y SU REINADO

Carlos III accedió al Trono español en 1759 con una importante experiencia de gobierno, resultado de su previo y largo reinado napolitano. Desde un primer momento intentó prestigiar a la Corona y modernizar la sociedad hispana, al modo de los soberanos ilustrados de la época. Fue así como impulsó y propició en España una serie de importantes cambios -las llamadas “Reformas Carolinas”- que abarcaron los más diversos ámbitos, incluyendo el régimen premial.

Su interés por el reconocimiento de las virtudes y acciones meritorias de sus súbditos le había llevado a instituir en Nápoles, en 1738, la Insigne y Real Orden de San Genaro, antecedente directo de la Real y Distinguida Orden Española que crearía después, como Rey de España.

VIRTUTI ET MERITO

Con la creación de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, quiso aquel Soberano agradecer al Altísimo el nacimiento de su primer nieto; y también hacer patente su especial devoción a la Virgen María, en su advocación de la Inmaculada Concepción, cuya imagen y colores azul y blanco, destacaron en las insignias de la misma. Pero ante todo fue, desde sus mismos orígenes, un instrumento premial de gran utilidad para la Corona y para el Estado.

Bajo la protección del Monarca fundador, la Orden fue generosamente dotada, celebró vistosas ceremonias capitulares, se concedió con prudencia, y pronto alcanzó un enorme prestigio, tanto en la Península como en los territorios americanos, debido a su tradición nobiliaria y caballeresca. Un prestigio que conserva en nuestros días.

FUNDACIÓN Y EVOLUCIÓN DE LA ORDEN

Orden caballeresca y nobiliaria en las postrimerías del Antiguo Régimen, logró un gran auge y el mayor prestigio durante los reinados carolinos y fernandino, resistió gallardamente a la invasión francesa en Sevilla y en Cádiz, y ya durante el reinado de Doña Isabel II se transformó en la condecoración civil por excelencia de la Monarquía española. Las concesiones aumentaron prodigiosamente, y se dirigieron a todos los estamentos de la sociedad, tanto peninsulares como ultramarinos. También acogió desde entonces la Orden a un crecido número de extranjeros, sobre todo políticos y diplomáticos.

La revolución de 1868 y el Sexenio Revolucionario que siguió, conformaron el carácter estatal de la distinción, y también el de primera condecoración civil española, mantenido por todos los regímenes políticos que se han sucedido en España –excepto durante los dos breves periodos republicanos, en los que recuperó su neto carácter dinástico-.

En los últimos dos siglos y medio, sus cruces han premiado y distinguido a las personalidades políticas y sociales, y a toda la ciudadanía española, por sus servicios a la Corona y al Estado: el conjunto de los más de treinta y tres mil condecorados es un excelente elenco de lo mejor de la Política, las Ciencias, las Letras y las Artes en España, y también de los países extranjeros. Y sus símbolos forman parte de la historia del Arte.

EL CEREMONIAL

RealAprecio-Medalla AnversoAunque se creó tardíamente, la Orden Española fue establecida como Orden caballeresca, y el ingreso en ella se ajustaba a un vistoso ceremonial, regulado en 1771.

La investidura de los nuevos caballeros tenía lugar siempre en una iglesia, interviniendo en las ceremonias el propio Rey, o más frecuentemente los altos dignatarios y los tres ministros, o bien los personajes comisionados para ello si era fuera de la Corte.

Puesto de rodillas ante el altar, el novicio hacía la profesión prestando solemne juramento de fidelidad al Rey y a las Constituciones de la Orden sobre los Santos Evangelios, y luego era armado caballero con una espada, y recibía la cruz y el manto de la Orden. Después, tomaba su lugar entre los demás caballeros presentes. Estos ritos perduraron hasta 1885.

RealAprecio-crucesLA ORDEN ESPAÑOLA HOY

Casi 250 años después de su establecimiento, bajo el Gran Maestrazgo del Rey Don Felipe VI, la Orden se rige por los Estatutos promulgados en 2002, formando ya parte del Patrimonio Histórico inmaterial de todos los españoles y ocupando el primer puesto entre las más altas distinciones del Reino de España.

La Orden se concede a los ciudadanos españoles y extranjeros que con sus esfuerzos, iniciativas y trabajos hayan prestado servicios eminentes y extraordinarios a la Nación, contribuyendo de modo relevante, a la mejora de nuestra sociedad.

Las insignias de la Orden son el mayor reconocimiento del Rey y de la Nación a la Virtud y al Mérito.
Desde 1983, la Cancillería de la Orden Española se encuentra establecida en el Palacio de la Moncloa, sede de la Presidencia del Gobierno de España.

RealAprecio-Vista sala

LA ORDEN ESPAÑOLA EN SEGOVIA

De entre las más de 33.000 personas condecoradas desde 1771, destacan por su número y por la calidad de sus méritos y servicios, los nativos y vecinos de la actual provincia de Segovia, que han merecido más de 200 de sus preciadas cruces. De entre tantos beneméritos segovianos, o afincados en Segovia, destacaremos tan solo algunos de los más egregios: Infantes de España, como Don Jaime, Duque de Segovia, y su hermano el Infante Don Juan, Conde de Barcelona. Ministros y políticos como Adolfo Suárez o Bonifacio de Blas y Muñoz. Eclesiásticos como el obispo Alonso Marcos de LLanes o José Bernaldo de Quirós. Munícipes como Julián Tomé de la Infanta o José López Balsera. Militares como el capitán General Arsenio Martínez de Campos o el general José María Martínez Ladreda. Industriales como el fabricante de paños Bartolomé Ortiz de Paz e ingenieros como su yerno Tomás Pérez de Estala. Médicos como el cirujano Antonino Sancho. Eruditos como Andrés Gómez de Somorrostro o el Marqués de la Floresta, cronista de Castilla y León.

La Exposición permanecerá en las Salas del Palacio del Torreón de Lozoya hasta el próximo 2 de junio.