El Torreón de Lozoya recordará a
Leoncio Martínez Cameno
del 10 de junio al 11 de septiembre de 2016.
“Si después de mirar mis cuadros consigo que os quede paz en el espíritu, habré conseguido lo único que yo pretendo con mi pintura”. Leoncio Martínez Cameno
Desde el viernes 10 de junio se puede contemplar, en las Salas del Palacio del Torreón de Lozoya, la exposición “Leoncio Martínez Cameno. Exposición Homenaje”, muestra que ha contado con la colaboración de la Correduría de Seguros De Pablos. En el acto de inauguración intervendrán, su viuda, Dª Loreto Pastor Calvo, el Presidente de la Fundación Caja Segovia, D. Francisco Javier Reguera y el Coordinador de Actividades Culturales de esta Fundación, D. Rafael Ruiz Alonso.
Patrocina: Fundación Caja Segovia
Colabora: Correduría de Seguros de Pablos
Torreón de Lozoya-Salas de Palacio (Pl. San Martín, 5. Segovia)
Horarios:
Laborables, de martes a viernes, de 18:00 a 21:00 h.
Sábados y festivos: de 12:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00 h.
Lunes cerrado.
La exposición ofrece un centenar de piezas (acuarelas, óleos y pasteles) haciendo un recorrido por la obra de Leoncio Martínez Cameno en base a sus principales temáticas (paisaje, retrato, bodegón), muchas de ellas realizadas en interesantes series como las dedicadas a Castilla y León o al Románico Segoviano. La obras proceden de colecciones privadas así como de instituciones como la Catedral de Segovia, el Monasterio del Valle de los Caídos o la Fundación Caja Segovia.
Una de las líneas de trabajo del Torreón de Lozoya ha consistido, desde sus inicios, en el apoyo a los artistas segovianos o vinculados a Segovia. Ese ha sido y es el caso de Leoncio Martínez Cameno, nacido en Villamayor de los Montes (Burgos), pero establecido en Segovia desde 1980 hasta su fallecimiento el año 2011.
Durante estos treinta y un años, Martínez Cameno fue profesor de dibujo del Instituto Mariano Quintanilla, al tiempo que alumbraba una extensa obra que pudo disfrutarse en muestras celebradas en diversas salas, especialmente en el Torreón de Lozoya; su primera exposición en este espacio data de 1985, a la que seguirían otras en 1988, 1992, 1997, 2005 y 2010.
La muestra, concebida como exposición-homenaje, hace un recorrido por buena parte de su producción pictórica, prestando especial atención a aquella trilogía que le hizo enormemente popular en nuestra ciudad y provincia, a través de las exposiciones “Segovia vista por Leoncio Martínez” (1985), “Románico Segoviano” (1988) y “Por tierras de Segovia” (1992), a la que seguiría la no menos exitosa “Castilla y León” (1997), impulsada por la Junta de Castilla y León.
A estas exposiciones le debería Martínez Cameno su marcado acento de pintor-viajero o de pintor-cronista, etiqueta que con la que se identificaba especialmente y que, casi de seguro, estaba también relacionada con su labor docente: “Hay una labor de testimonio en lo que hago, de dar a los demás lo que no conocen, la variedad de su tierra, en la que separados a veces por una pequeña distancia, hay pueblos de tierras rojizas o dominados por el negro de la pizarra; o de mostrarles lo que conocieron y está prácticamente desaparecido: viejas construcciones de adobe y madera, útiles como aventadoras, carros, segadoras…”. De ello da buena cuenta la muestra, no sólo a través de las piezas expuestas, sino también al incorporar textos de numerosos críticos y escritores que aparecieron en catálogos y medios de comunicación, caso del que firma Rodrigo González Martín: “En sus escenas cotidianas actúa como etnógrafo, conservando con detalle y urgencia el cigüeñal de Pinarejos, el potro inútil, el olmo ya inexistente junto a la Virgen del Bustar… Instantes que ya fueron, memoria aún viva mientras la acuarela mantenga el color sobre el papel o el pastel cómplice con el grafito refuerce la imagen”.
Junto a la importante presencia de obras pertenecientes a estas series, vertidas en acuarelas, óleos y pasteles, figuran en la muestra un nutrido grupo de retratos, género por el que es menos conocido, aunque realizó destacadas piezas como su propio autorretrato, el retrato del obispo de Segovia, D. Antonio Palenzuela Velázquez, o los de varios abades para el Monasterio benedictino del Valle de los Caídos. Además de estas procedencias, el centenar de obras expuestas pertenece en su mayoría a colecciones privadas, entre ellas, la de la Fundación Caja Segovia.