Descripción del proyecto

Coleccion

Sala: Sala 2

Nº de Orden: Sala 2-13

Nº de Registro: 1137

Nº de Inventario: 680

Autor: Autor desconocido

Materia técnica de fabricación: Bronce y mármol.

Dimesniones: 25 x 8 x 8 cm.

Cronología: Siglo XX

Titularidad: Fundación Caja Segovia

Procedencia: Colección de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Segovia. Nº INV. 97

Ubicación: Torreón de Lozoya. Sala 2

Estado de Conservación: Bueno

Descripción: Imagen que evoca una figura femenina sosteniendo una rama de laurel. La figura está patinada en verde y oro, sobre peana de mármol negro veteado en blanco. En el frente de este plinto aparece una placa metálica con la inscripción “LAUREL DE ORO / A / COLEGIO UNIVERSITARIO DE SEGOVIA”.

Biografía:

Comentario: El 22 de noviembre de 1969 tuvo lugar el solemne acto de apertura del primer curso de los estudios de Derecho con el que echaba a andar el Colegio Universitario de Segovia Domingo de Soto, que tuvo una trayectoria de 38 años hasta su integración en la Universidad de Valladolid. El curso 1969-1970 tuvo una matrícula inicial de 38 alumnos de Primero de Derecho y profesores de la Universidad Central de Madrid.
El doctor en Historia y profesor de la UNED Leandro Martínez Peña es el autor de la ‘Historia jurídica e institucional del Colegio Universitario Domingo de Soto a través de sus documentos’, que fue publicado por la Obra Social y Cultural de Caja Segovia, en el que recoge el informe sobre los alumnos del primer curso, que estuvo formado por «33 varones y cinco alumnas femeninas», cuyo estado civil era de 21 casados y 17 solteros. Por edades, había cuatro alumnos por encima de los 40 años, 21 por debajo de los 21 años, y el resto no llegaba a los 30.
Otras curiosidades, recogidas por Martínez Peñas, señalan que fueron 35 matrículas nuevas y tres traslados. Por profesiones, de los 38 alumnos, once eran estudiantes, pero también había cuatro militares; cuatro maestros nacionales; cuatro peritos; cuatro funcionarios de Concentración; dos Funcionarios de Hacienda; un ingeniero Agrónomo; un ayudante Técnico Sanitario; un Procurador de los Tribunales; un funcionario del Ayuntamiento; un auxiliar de Caja Segovia; un industrial, un sacerdote; un intendente Mercantil y un asesor financiero.
El investigador recuerda que, hasta 1969, la ciudad de Segovia «no había tenido una entidad universitaria en la que los segovianos pudieran cursar sus estudios» sin tener que abandonar la ciudad. Fue a raíz de la publicación de del Decreto 452/1969, del 27 de marzo de 1969, que un grupo de personalidades, encabezadas por el entonces gobernador civil de la provincia, Adolfo Suárez, cuando se comenzó a trabajar para hacer realidad el proyecto de un Colegio Universitario de Segovia, que tomó el nombre de Domingo de Soto. Ejemplo inmejorable
Con el apoyo de Caja Segovia, que acogió al colegio como la parte más importantes de su Obra Social, se fueron solventando los escollos que se encontraron en el camino, hasta lograr la inauguración de la institución que llevó el nombre de Domingo de Soto, como homenaje a este religioso dominico, nacido en Segovia en el año 1494, que fue uno de los principales teólogos españoles, desde su cátedra en la Universidad Salamanca.
La fama sobre el saber de fray Domingo fue tal que, en su tiempo, se hizo popular la expresión latina ‘qui scit Sotum, scit totum’ (Quién conoce a Soto, lo conoce todo). Los impulsores del Colegio Universitario consideraron que era la figura de este segoviano era «ejemplo inmejorable para prestar su nombre a la que había de ser la primera institución universitaria propiamente segoviana». Un proyecto bien acogido desde el primer momento por Caja Segovia, y tras publicarse el decreto regulador de los Colegios Universitarios a finales del mes de marzo, se elaboró el de Segovia con fecha de 26 de abril, con adscripción a la Universidad de Madrid. El autor de este trabajo recuerda que, en 1969, la organización universitaria madrileña aún no estaba dividida en UAM y UCM, sino que «existía una única entidad, la Universidad Central». Posteriormente, el CU Domingo de Soto quedó adscrito a la Universidad Complutense.
El primer director del Colegio Universitario, hasta 1973, fue el notario segoviano Alfonso Martínez Almeida, presente desde las primeras reuniones impulsadas por Suárez. Fue sustituido por el jefe de Estudios, Pedro Herranz, que se jubiló una década después, asumiendo en 1983 la dirección, el prestigioso profesor universitario de Derecho Penal Emilio Octavio de Toledo y Ubieto. Su mandato fue de algo más de un año, ya que en junio de 1984 puso su cargo a disposición del patronato del colegio que nombró director a uno de los hombres claves en el devenir del Colegio Universitario Domingo de Soto, el catedrático José Antonio Escudero.
Martínez Peñas destaca que los estatutos dejaban claro que el Colegio Universitario Domingo de Soto, «en un primer momento» está destinado a impartir una única titulación académica: la carrera de Derecho, con previsión de que pudiera ampliarse en el futuro. El día de San Frutos del 1969, el 25 de octubre, es la fecha de la Orden Ministerial autorizando, con carácter provisional, el funcionamiento del Centro de Enseñanza Superior denominado Colegio Universitario de Segovia, adscrito a la Universidad de Madrid, que solo impartiría «las enseñanzas correspondientes al primer curso de la Facultad de Derecho». El plazo de matrícula en la Facultad de Derecho de Madrid concluyó el 31 de octubre y fue necesaria una segunda orden ministerial, con fecha 5 de noviembre de 1969, autorizando la apertura de un plazo especial.
Todo este camino hizo posible que el 22 de noviembre de 1969 se produjera la solemne inauguración del curso y, por lo tanto, del Colegio Universitario, con un acto litúrgico que tuvo lugar en la iglesia de San Millán, y después el acto académico de apertura del curso en el Salón de Actos de la Caja de Ahorros de Segovia. Las clases comenzaron el 1 de diciembre, con una matrícula inicial de 38 alumnos y con un profesorado constituido en su totalidad por profesores adjuntos y profesores ayudantes de las cuatro cátedras de Madrid, en horario de tarde.
En los años siguientes se implantaron los estudios de Geografía e Historia, que luego cesaron, así como Publicidad y Relaciones Públicas, Administración de Empresa e Ingeniería Técnica de Informática de Gestión. De aquellos 38 alumnos de Derecho se pasó a matrícula, en un sólo curso, de 2.715 alumnos.
El Colegio Universitario Domingo de Soto inició en 2001 su proceso de integración en la Universidad de Valladolid que culminaría seis años después. El acto de clausura de la institución académica tuvo lugar el 23 de junio de 2007. Para aquellas fechas, el Colegio Universitario utilizaba no sólo el Palacio de Mansilla, sede inicial del mismo, sino también diversos locales en el Centro Comercial Mahonías y en la Plaza de Santa Eulalia.

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